viernes, 18 de noviembre de 2016

Formación

Para que se forme una playa debe haber ciertas condiciones que lo permitan. 
  • Primero debe existir un área geomórfica que permita la acumulación de sedimentos. 
  • Segundo, debe ser mayor la acumulación o acreción de sedimentos que la erosión, ya que si la segunda es mayor, no habrá una acumulación permanente. 
  • Recordemos que toda playa ha alcanzado naturalmente un cíclo entre la acreción y erosión.
  •  Sin embargo, si se insertan nuevas variables que afecten esta relación se puede sobrepasar el límite geomórfico de la playa y desencadenar una serie de eventos que pueden llevar a la pérdida de la playa.


El tamaño del sedimento va a depender de la fuerza del oleaje en la playa. Si es una playa de alta energía, por lo general el sedimento va a ser grueso. Mientras que en playas de energía baja o media baja, los sedimentos van a ser finos y medios, aunque puedan presentar clastos debido a la acción de temporales y marejadas.
La playa es una formación geomórfica dinámica y cambiante, que está en permanente cambio. Están sujetas a cambios extraordinarios generados por la acción del oleaje, los eventos climáticos (tropicales y extratropicales), la acción del hombre, etc. Por eso no se puede decir que se fue dos veces a la misma playa, ya que la playa de hoy es diferente de la de ayer y mañana.
El término "playa" también tiene una acepción a menudo empleada en los textos de Geografía y Geología para designar a los bordes fluctuantes de lagos salobres, salinos o de "salares" propiamente dichos. Es un término muy frecuente en México y el Oeste de los Estados Unidos. Estos lagos salinos o "salares" suelen presentarse en cuencas endorreicas o depresiones de escasa profundidad donde la evaporación es muy intensa, por lo que se van acumulando las sales, al precipitarse, en el fondo de las mismas.

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